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10 agosto 2024

Proverbios 1:11, 12 NVI

“Éstos te dirán: ¡Ven con nosotros! y démonos el gusto de matar a algún incauto; traguémonos a alguien vivo, como se traga el sepulcro a la gente; devorémoslo entero, como devora la fosa a los muertos”. Proverbios 1:11, 12 NVI

- ¿Es que puede existir gente que se formule estos planteos al inicio de cada día?

Los hay.

Indudablemente que los hay.

Es gente que ha sido formada por sus mayores para hacer su negocio, su conveniencia, su ventaja, sin pensar en absoluto en el daño que puedan estar causándole a otros.

La carencia de consideración parecería ser, indiscutiblemente, la práctica más habitual de este tiempo.

Yo hago mi negocio y el otro que reviente.

La solidaridad es un bien casi imposible de encontrar.

A nadie le interesa si su vecino come todos los días o pasa hambre.

En esto ha quedado el hombre.

En eso ha caído por su propio egoísmo y mezquindad.

En eso anda el mundo y podemos comprenderlo.

Lo que no podremos comprender ni justificar jamás, es que una parte de la iglesia ande en lo mismo.

Amén.



09 agosto 2024

“Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos. Éstos te dirán: ¡Ven con nosotros! Acechemos a algún inocente y démonos el gusto de matar a algún incauto”. Proverbios 1:10, 11 NVI

Una de las tácticas del mundo para hacer caer al hijo de Dios en pecado es la de ofrecer “gato por liebre”.

En esta mezcla de publicidad engañosa con simple fraude los hijos de Satanás se la pasan todo el tiempo ofreciéndoles a los hijos de Dios oportunidades para que participen en sus fechorías con la falsa promesa de que de recibirán todo tipo de ganancias y diversión.

El creyente, abrumado por la constante presión que ejercen los impíos de quienes se ha rodeado, termina sucumbiendo a la tentación y cometiendo las fechorías a las que le invitaron a participar.

Pronto se da cuenta de que lo que ha hecho no le trae nada de las riquezas y de la diversión prometidas y sí mucho de dolor, escarnio y culpa.

Las burlas del mundo lanzadas sobre aquellos hijos de Dios que han cedido a sus tentaciones son inmisericordes e incesantes.

El incauto creyente en vez de liebre recibió gato y el fraude se consumó.

No te preocupes cuando el mundo te mire con extrañeza porque no quieres acompañarlos en sus locuras y desmanes.

A ellos nos les preocupa si tú estás bien o mal.

 

A ellos sólo les interesa que tú termines haciendo lo mismo que ellos pues de esa manera pierdes la autoridad espiritual para redargüirlos y de esa manera silencian tu juicio y tu capacidad para orientarlos por el buen camino.

 

Mantente apartado del camino de los impíos y de sus falsas promesas.

 

Todo lo que tú necesitas lo tienes en Dios y sólo a él debes acudir para buscar tu sustento material, emocional y espiritual.

 

Cuídate de los malvados que sólo quieren verte caer.

 

Apóyate en la fortaleza que sólo Dios te puede dar.

 

Amén.



08 agosto 2024

Proverbios 1:10 NVI

“Hijo mío, si los pecadores quieren engañarte, no vayas con ellos”. Proverbios 1:10 NVI

Al leer este texto, un cristiano típico no puede menos que contener una sonrisa.

¿Cómo se supone que un cristiano puede ser engañado por pecadores?

¿Que quien se le podría ocurrir que alguien pudiera engañarnos con alguna mentira haciéndonos creer que algún tipo de pecado no es pecado?

Nada menos que a Salomón.

A él se le ocurrió y yo diría que no podemos ni menospreciar ni dejar de lado su consejo, ya que es notorio que sabiduría no le falta a este buen hombre, precisamente.

Porque ¿nunca se te ocurrió pensar, por ejemplo, que hacerte vivir un régimen eclesiástico opuesto a la voluntad de Dios, por parte de alguna autoridad jerárquica de lo que llamamos “iglesia”, podría significar una suerte de pecado en el cual caeríamos engañados, precisamente, por gente en la cual hemos confiado?

Amén.



07 agosto 2024

Proverbios 1:8, 9 NVI

“Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre. Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar”. Proverbios 1:8, 9 NVI

El principio de la sabiduría bien vista parte desde la base de aceptar las correcciones y las enseñanzas.

Quien se permite desoír todas estas cosas, está condenado a la necedad perpetua.

Y fíjate que el modelo que se da como ejemplo, es mucho más preciso que lo que parece a primera vista.

Dice que aceptar corrección y enseñanza, es diadema en la cabeza, esto es… un elemento solamente utilizado por los reyes, lo cual te brindará ese carácter en todo tu derrotero.

Y también agrega que adornará tu cuello como un collar.

Esto tiene que ver con el poder que mueve la cabeza, que es la función que cumple el cuello.

Por tanto, si la cabeza de la Iglesia es Cristo, el cuello es Dios Padre mismo y él es quien adornará toda tu vida si dejas que te corrijan tus errores y te enseñen lo que ignoras.

Amén.



06 agosto 2024

Proverbios 1:8, 9 NVI

“Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre. Adornarán tu cabeza como una diadema; adornarán tu cuello como un collar”. Proverbios 1:8, 9 NVI

Si bien nuestros padres no eran diestros en eso de aplicar la disciplina y la corrección, sus buenas intenciones y su amor para con nosotros fueron indiscutibles.

Cierto, algunas veces fueron un poco desmesurados y un tanto violentos al momento de aplicar la vara, pero detrás de todo estaba el deseo de que aprendiéramos a portarnos bien todo el tiempo para que más adelante en nuestra vida no nos metiéramos en graves problemas.

Otras veces cometieron errores -como también los cometemos nosotros- dejándose llevar por las emociones y no por la razón al momento de administrar una corrección a nuestra mala conducta.

En todo caso, somos testimonio vivo de que la disciplina aplicada oportunamente y proporcional a la falta dio resultados positivos en nuestras vidas.

Por supuesto, no fue hasta que nosotros mismos nos convertimos en padres y nos tocó lidiar con esas malcriadas, hiperactivas, manipuladoras e incansables criaturas que nos tocó tener por hijos (sólo estaba bromeando, los hijos son una gran bendición), es que nos pudimos dar cuenta de la razón de muchas cosas relacionadas con la disciplina.

Lo que tenemos que entender ahora que somos grandecitos es que aún necesitamos ser disciplinados y corregidos porque todavía nos falta mucho para alcanzar la perfección que Dios demanda de sus hijos.

Ahora le toca a nuestro Padre celestial disciplinarnos de la manera más amorosa posible, pero con justicia y verdad para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad y para producir después una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella, tal como nos lo indicó el autor de la carta a los Hebreos.

Renovemos, el entusiasmo y marchemos adelante porque Dios mismo se encarga de nuestra corrección y de nuestro cuidado de manera perfecta.

Amén.



05 agosto 2024

Proverbios 1:7 NVI

“El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina”. Proverbios 1:7 NVI

Otra vez es como si lo que aquí está escrito estuviera en contraposición con la esencia del evangelio.

¿No crees?

Sin embargo, una vez más y no importa lo que te hayan enseñado, no es así.

Porque “el temor” que da origen al “conocimiento”, no habla de un miedo que te impulsa a estudiar en un seminario o una universidad teológica.

Es reverencia que te invita a buscar la intimidad con el Padre, que es a lo que la Biblia denomina como “conocimiento”.

Porque de otro modo, sería aún más incoherente lo que sigue, ya que por más necio que alguien sea, jamás deja de estudiar o prepararse intelectualmente, todo lo contrario.

¿Entonces?

Entonces está hablando desde lo espiritual y no desde lo intelectual.

La sabiduría que el necio rechaza es la sabiduría que viene por esa intimidad con Dios y que muchos necios todavía consideran como “excesos de misticismo”.

Dios los cuide.

Amén.



04 agosto 2024

Proverbios 1:7 NVI

“El temor del SEÑOR es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina”. Proverbios 1:7 NVI

El concepto del temor del Señor es algo que la palabra de Dios reitera en muchas oportunidades.

El temor del Señor es el principio del conocimiento.

Aunque puede entenderse que principio se refiere a comienzo y que se podría parafrasear el texto como… el temor del Señor es el comienzo o el punto de partida del conocimiento, la interpretación más adecuada es la que entiende principio como fundamento o base.

Así, diríamos… el temor del Señor es el fundamento del conocimiento.

Todos queremos saber más pero no todos se dan cuenta de que para edificar necesitan colocar sus cimientos en el temor del Señor y por ello muchos han fracasado en sus esfuerzos por obtener conocimiento y sabiduría.

Hay quienes leen la Biblia pero no creen lo que la Biblia dice.

¿Para qué la leen?

Otros piensan que algunas partes de la Biblia son verdad y muchas otras son simples fantasías mitológicas de una cultura que se desarrolló en la Edad de hierro.

De nuevo ¿cómo pueden ellos determinar cuáles son las partes verdaderas y cuáles no lo son?

Nuestra conducta debe estar en todo momento dirigida por la obediencia a los mandamientos de Dios.

Temor de Dios significa, respeto, reverencia y obediencia a Dios.

Si no obedecemos a Dios no estamos con él y por lo tanto no podemos obtener la sabiduría que tanto deseamos tener.

Sigamos la dirección que Dios nos ha trazado y mediante el estudio de su palabra y en obediencia a sus preceptos recibamos la sabiduría de lo alto que sólo está disponible para quienes aman a Dios con toda su alma, con todas sus fuerzas y con todo su corazón.

Amén.



03 agosto 2024

Proverbios 1:1-7 NVI

“Proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel: para adquirir sabiduría y disciplina; para discernir palabras de inteligencia; para recibir la corrección que dan la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad; para infundir sagacidad en los inexpertos, conocimiento y discreción en los jóvenes. Escuche esto el sabio, y aumente su saber; reciba dirección el entendido, para discernir el proverbio y la parábola, los dichos de los sabios y sus enigmas. El temor del Señor es el principio del conocimiento; los necios desprecian la sabiduría y la disciplina”. Proverbios 1:1-7 NVI

Dime, mi querido hermano, si en esta extensa nómina de condiciones que se dan al comienzo del proverbio, no está resumida casi la vida entera.

Y fíjate, presta debida atención, a las conclusiones que Salomón extrae en el final del detalle.

Dice que el principio del conocimiento es el temor al Señor.

Es obvio que no habla de “inicio”, sino de principio como patrón, modelo, prototipo de pensamiento.

Es mucho más obvio que no habla de conocimiento intelectual, sino de intimidad con el Señor.

Y para que eso sea posible, el principal elemento es el temor a Dios.

Porque, bien lo sabemos aunque a veces con nuestras propias enseñanzas confundimos, que no hay multitud de pecados en la gente, hay uno por excelencia que posibilita los demás… la incredulidad.

Amén.


02 agosto 2024

Proverbios 1:1-3 NVI

“Proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel: para adquirir sabiduría y disciplina; para discernir palabras de inteligencia; para recibir la corrección que dan la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad”. Proverbios 1:1-3 NVI

He aquí una lista de cosas que establecen un marcado contraste entre lo que el mundo busca y lo que los hijos de Dios tratan de alcanzar.

Ya lo he dicho en otras oportunidades, lo que la gran mayoría de la gente busca y lo único que el mundo ofrece, es fama, dinero y poder.

Lo más sorprendente de todo es que la lista de cosas que tratan de obtener los hijos de Dios fue escrita por alguien que tenía muchísimo de las tres cosas que el mundo ofrece.

Dada su sabiduría, el rey Salomón contó con una fama que traspasaba las fronteras de su reino.

En cuanto a riquezas, la Biblia dice que en sus tiempos había tanto oro que “la plata era poco apreciada”.

También dice que tanto en riquezas como en sabiduría, el rey Salomón sobrepasó a los demás reyes de la tierra.

Y en cuanto a poder, Salomón logró organizar un gran ejército con el soporte de muchos caballos y carros de guerra.

¿Por qué Dios le concedió a Salomón todas estas cosas que típicamente sólo se consiguen siguiendo al mundo y apartándose de Dios?

En primer lugar, Salomón tenía una misión muy específica, construir el templo del Señor.

Para esto se requiere poder disfrutar de períodos extensos de paz para que la obra no se vea interrumpida cada vez que haya que enfrentarse al enemigo en batalla.

La fama, el dinero y el poder le permitieron a Salomón disfrutar de una paz duradera para que pudiera llevar a cabo la misión que Dios le había encargado.

Por otra parte, Salomón nunca le pidió a Dios que le diera otra cosa que no fuese discernimiento para gobernar al pueblo y para distinguir entre el bien y el mal.

Busquemos que Dios nos dé sabiduría y discernimiento para poder servirle al máximo de nuestras capacidades.

Así podremos conducirnos con prudencia, rectitud, justicia y equidad.

Amén.



01 agosto 2024

Proverbios 1:1-3 NVI

“Proverbios de Salomón hijo de David, rey de Israel: para adquirir sabiduría y disciplina; para discernir palabras de inteligencia; para recibir la corrección que dan la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad”. Proverbios 1:1-3 NVI

Si tan solo la gente supiera los beneficios que conlleva el tener una relación con Dios hubiese más creyentes siguiendo los pasos del Maestro. 

Si tan solo los creyentes supieran cuánto más podrían avanzar hacia su madurez espiritual si escudriñasen con más disciplina las promesas y advertencias que Dios nos dejó en su palabra escrita el pueblo de Dios pudiese ser más efectivo en llevar a cabo la misión que le ha sido encomendada. 

La ignorancia y la falta de preparación sólo pueden conducir al error y al pecado. 

¿Te sientes lo suficientemente afianzado en la palabra de Dios como para enfrentar cualquier clase de situación? 

¿O por el contrario te dejas llevar por cualquier viento de doctrina y tropiezas fácilmente ante cualquier adversidad?

La recompensa de un estudio disciplinado de la palabra de Dios es el tesoro más grande que se haya conocido. 

El cofre del tesoro contiene estupendas joyas y alhajas cuyo valor es incalculable.

Disponte a buscar el tesoro con todo tu corazón y serás más acaudalado que lo que te hayas podido imaginar.

Disfrutarás la compañía de la sabiduría, el discernimiento, la inteligencia, la disciplina, la corrección, la prudencia, la rectitud, la justicia y la equidad. 

Amén.